jueves, 10 de septiembre de 2009

Al Maestro

Mano tierna, voz suave, firme intención.
Alimentando esperanzas con paciencia y dedicación.
Entre el pensamiento y el corazón
surge el servicio como vocación.
Tanto empeño, tanta pasión.
Recreando sonrisas, sembrando AMOR.
Orientando almas, descubriendo lo mejor.
Sed de entrega, intensa satisfacción
educando silenciosamente para un mundo mejor.

2 comentarios:

cesar dijo...

Recuérdame proyectar tan lindo poema en una forma más ortodoxa de la poesía. Me acordaré...? Igual te felicito, es muy poco lo que escucho al respecto y cuánto valiera.

cesar dijo...

Muy captado de la realidad y cuán poco leo hoy al respecto.